Definitivamente hay muchas cosas que no entiendo y que desconozco por completo, por lo cual no me agobio por saber, algún día las sabré, pero hay otras tantas cosas que por su simplicidad me cautivan y me angustian y me encabronan!
A ver… empecé muy general, así que tengo que empezar a ponerme específica.
Empecemos con mi jefe. ¿Qué pedo con mi jefe? Ayer platicando por la noche con Roberto me decía:
-No debe ser tan mala persona.
¿Qué que? ¿Como es posible que alguien que evade sus responsabilidades por todas las vías y le falte al respeto a la primera oportunidad a sus empleados, sea una buena persona? Es decepcionante cuando te creas una imagen de una persona y que lamentablemente hace todo por impresionar en el primer encuentro, cuando en el segundo te rebela su personalidad de cacharpo de micro, de lanchero morboso, de workaholico sin trabajo, de gay de closet…
Y no por que todas estas cosas sean malas ni denigrantes, no lo digo con la intención de hacerlo ver como un defecto, sin embargo, cuando me viene a mostrar una imagen de Director de Comunicación respetable, amoroso padre de familia, de profesional lleno de retos y me sale con todo eso, pues ahí si esta cabrón…
Tal vez por que para mi es simple mostrarme como soy, se me haga una pendejada andar por la vida dando el charolazo con un carcaza del grueso de un cascarón de huevo y que a la primera de cambios se va a quebrar, dejando expuesto el aborto de la persona que siempre has querido ser y por hueva o comodidad o whatever prefieres nunca llegar a ser.
Por esto y muchas cosas más, Hoy no me llames Lola, llamame Srita. Amarguetas!
0 comentarios:
Publicar un comentario