Esa de rojooooo

¿Como le dices al Sr. Pervert:

“Concéntrese en su mugroso cocktail de camarón banquetero, en vez de verme las boobies”

… con una mirada?

Detesto eso, detesto cuando voy caminando por la calle, tapada hasta el cuello cabe mencionar, y el wey que esta comiendo su taco de pastor en la banqueta espera a que pases para voltear a verte las “nalguitas”. ¿Qué le he hecho yo? ¿Por qué me invade con su naquita mirada lasciva? ¿Acaso traigo algún encabezado de prensa amarillista impreso en el trasero?

Hay días que uno quiere provocar tentación, atraer las miradas de toooooooodos los fulanitos jariosos y fulanitas envidiosas y se dispone para ello, muchas veces incorrectamente, pero lo consigue uno… en cierta medida, pero… ah que incomodidad cuando ni siquiera lo sugieres. Que pinche weba cuando te escoges el outfit más vil y ordinario con tal de que nadie se entere de que hoy saliste a la calle y de pronto, sin más ni más se oye el sonoro:

FIUUUUUUUUUU FIUUUUUUUUUUUUU, MAMACITAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!

Con ganas de decirle: Bajale cabrón, que no por que vengas con tu banda de albañiles no te voy a partir la madre!

Aunque una, como es muy precavida, se lo susurra para sus adentros y le ofrenda al muy querido trabajador de la construcción un gráfico dedo medio con la mano derecha… dentro de la bolsa del saco.