jueves, junio 25, 2009 by Leonor Maxete

Durante gran parte de mi niñez estudie francés como materia adicional a mi programa de estudios. En la portada de mi libro de texto se encontraba un dibujo del protagonista de mis clases de francés, su nombre era Marco Boní y la primer frase de la serie de lecciones decía:

“Yo soy Marco Boni y voy llegando de Roma”

Marco era un italiano que fue en búsqueda del amor de su vida a París y la ilustración que acompañaba a la frase que acabo de mencionar era un dibujo de Marco, montando en su bicicleta con un simpático bigote y un baguete bajo el brazo.

Desde que era una niña de cinco años soñé durante mucho tiempo poder hacer lo que Marco Boni, y hasta hace un par de años lo conseguí.

Lamentablemente no puedo ir a París todos los días, pero decidí mantener vivo mi sueño cambiando mi medio de transporte por la bicicleta. Vendí mi auto y fue entonces cuando comencé a tomar mi decisión más en serio y convertí mi afición por la bicicleta en una forma de vida.

Quiero platicarles de las ventajas que nos ofrece el ciclismo como medio de transporte. La bicicleta nos ofrece una enorme variedad de beneficios en todos los niveles y quiero empezar por enlistar las aportaciones que brinda a nuestra salud.

El ciclismo ayuda a mantener nuestras articulaciones en buen estado e incrementa nuestra condición física; una persona que acostumbre a realizar paseos en bicicleta al menos 4 veces por semana, goza de una condición equivalente a una persona 10 años menor y si se realiza por al menos 30 minutos, cada minuto se queman 8 calorías, lo cual ayuda a combatir la obesidad.

Otra gran ventaja que no es apreciada por nosotros los mexicanos, es que gozamos de un excelente clima y de muchos días soleados. En los países nórdicos la vitamina D es prescrita a la mayoría de la población, ya que esta vitamina nos la proporciona el sol y permite controlar los niveles de calcio y fosforo que el cuerpo necesita. Practicando el ciclismo no solo disfrutamos la ciudad desde ángulos que para la mayoría de los automovilistas son desconocidos, si no que adquirimos vitamina D, nos mantenemos en forma y rejuvenecemos!

Pasando a las ventajas económicas no hay mucho que decir, ya que transportarte en bicicleta no te cuesta NI UN PESO. Tal vez la inversión inicial de equipamiento sea un tanto significativa, pero no se compara ni siquiera con lo que se paga únicamente por el seguro de un automóvil. El mantenimiento de una bicicleta no excede los 500 pesos semestrales, que tampoco se compara con lo gastarías en trasporte público en la mitad de tiempo; además la bicicleta es un transporte individual! Solo para ti.

En términos viales es muy cómoda ya que nunca sufrirás por encontrar un lugar de estacionamiento y en una ciudad como el Distrito Federal, te trasladas a una velocidad mayor a la de un automóvil, ya que en promedio una bicicleta se traslada en 13.5 km/hr., mientras un automóvil en horas pico, alcanza solo los 7 kms/hr.

Este último dato nos lleva a las ventajas en calidad de vida, siendo que mientras estás detenido dentro de tu auto en el tráfico, el estrés genera daños a tu sistema nervioso, así como a diferentes funciones orgánicas. El ejercicio reduce los niveles de estrés y contrarresta sus efectos, así que, no solo te transportas a tu destino más rápido, si no que te liberas de tensiones.
Dentro de la calidad de vida también hay un aspecto muy importante que es el de socializar y disfrutar del medio ambiente. Actualmente existen organizaciones que se dedican a promover el ciclismo como medio de transporte urbano, así que este es un muy buen pretexto para hacer nuevas amistades y cultivarlas con los diversos paseos que estos grupos de ciclistas organizan en diferentes parques y circuitos ecológicos como en el Ajusco o Ciudad Universitaria.

Y por último, pero no menos importante quiero hacer hincapié en las aportaciones que el ciclismo brinda a la conservación del medio ambiente. Las emisiones vehiculares son uno de los más grandes problemas de la contaminación del aire; sobra decir que la bicicleta no contamina y aunado a las ventajas que ya he mencionado antes, considero que es una alternativa que debe ser promovida y respetada y que sin duda recomiendo ampliamente.

Merci, Marco Boni!

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4 comentarios:

J.S. Zolliker dijo... @ 11 de julio de 2009, 13:56

Y en lluvias, cómo le haces? Impermeable?

lightme dijo... @ 4 de septiembre de 2009, 11:50

cabrona el primer post de un blog de algún conocido que parece útil e interesante xD jajajaja

saludos del hermano mas ñoño aka ex@lightme

Jorge I. Figueroa F. dijo... @ 4 de octubre de 2009, 22:13

El único problema que le veo es cuando quieres salir con alguien más, que la gente maneja como idiota y les molesta que un ciclista o un motocicilista existe y si, que llueve bien caño por aquí, pero si, la ciudad d eMéxico y sus zonas de 7km/h (las más lentas del mundo ) están para volverse loco

Zion Kid dijo... @ 28 de octubre de 2009, 4:33

Compré a La Tomi hace unos meses. Dejé atrás mi miedo y me volví a montar en una bici. Esta ciudad se disfruta en dos ruedas. La Tomi no tenía nombre, pero estaba destinada a tener uno. Hipster Ross me obligó a buscarle uno luego de que ella se hizo de su Lola, una fixed gear azul a la antigüita como las Vagabundo. La Tomi me hizo ojitos desde que la vi. Es ligera, "puro aluminio", dijo el del taller que la vendía. Se llama Tomasa, pero es La Tomi para la banda. se llama Tomasa porque es negra. Me he aventado buenos viajes en ella y pues es más fácil moverse entre los carros. Cierto que cuando llueve acabas con el hocico y el trasero doblemente bañados. Aquí las calles son muy estrechas y seguido se saben de historias de terror (bike horror stories) porque alguien abrió una puerta y no se fijó o algùn inevitable. Yo me caí hace poco. Pero no importa. Para pimpear o enchular mi ride prendo el ipod y lo dejo sonar por sus bocinas. Con la gafa puesta, rolo por la ciudad a ritmo de Willie Colón y Héctor Lavoe.

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